miércoles, 28 de septiembre de 2016

Maldad

     Desperté empapado en sudor con todos los sentidos alterados, agitado al parecer debido a una tétrica pesadilla. <<Sólo es una pesadilla>> me dije para tranquilizarme de a poco. Lo cierto era que, de pronto me dio un espasmo y las imágenes lentamente volvían a mí.

     Era una cosa redonda, espesa, negruzca, que flotaba en el cielo girando sobre sí misma, me quedé mirando fijamente cuando, un rostro horripilante se dibujó en aquella esfera con una sonrisa que no sabría describir, una mueca demoníaca sería lo más acertado. Sentí como mi cuerpo se entumecía y recorría el miedo por cada parte de mi ser, un miedo agudo que penetraba toda mi mente, simplemente me quede petrificado, sólo observaba lo que ocurría.

     Aquel ente se disolvió y cayó como lluvia sobre un alto edificio, empezó a oscurecerse repentinamente, se escuchaba, lamentos, llantos y gritos, como si alguien macabramente pusiera todos esos aterradores sonidos como música de fondo.

     Siluetas de personas que vivían en cada departamento se mostraban detrás de la cortina. Cuando súbitamente, se oyó fuertes estruendos, vidrios rotos, y luego alguien cayendo, manchas de sangre quedaban en los bordes, y no era sólo una persona, veía varias, varias personas cayendo hacía la planta baja del edificio. Otras siluetas cogían un arma, unas cogían un revolver, otros una escopeta, y a su vez apuntaban hacia dentro de la habitación, está claro lo que sucedería. Me imaginaba las súplicas, los ruegos de sus familias por que se detuvieran, que pararan lo que pretendían hacer, pero sus plegarias fueron en vano. Fijé la vista más abajo para no ver tales monstruosos asesinatos en serie, sin suerte, eran capítulos similares, una mujer en medio de la desesperación gritaba desesperadamente en busca de ayuda asomándose a la ventana, la mujer quedo en un silencio seco, mientras alguien se logró ver detrás de ella, un hombre con un martillo en su cabeza le dio fin, el hombre siguió y siguió golpeando a la mujer hasta quedar una masa espesa roja de sangre y hueso. Cerré los ojos, pues era un paisaje repulsivo, ya no quería estar allí.

     De repente, todo se puso en blanco, volví a mi habitación y levantándome de mi cama a toda prisa recorrí la cortina para mirar al frente, que sorpresa me llevé, continuaban los espantosos episodios de asesinato.Ahora ya no sé qué pensar, ¿Es un sueño o es la vida real?

Relatos de terror, Maldad

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